Mi Cuerpo es la Verdad: La Transcripción Completa
Buen día Vivian. ¿Cómo egresada de la Universidad del Norte, nos puedes contar un poco sobre el camino que tomaste luego de terminar tu carrera y cómo terminaste trabajando como investigadora de la comisión de la verdad?
Bueno, Maya, muchas gracias. A ustedes por la invitación y que bonito también que hagan estos ejercicios con egresadas y egresados de la misma universidad. Bueno, te cuento, cuando yo estaba en la universidad, yo estudié Relaciones Internacionales. Yo soy internacionalista con énfasis en
Ciencia política de aquí de la universidad del Norte. Cuando estaba en la universidad, ejercía activismo. Yo he sido activista por los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans, queers, intersex.
Acá me vinculé desde muy temprano, desde que entré a la universidad, a algunos grupos estudiantiles como Uninorte Diverso, que entiendo que todavía existe aquí en la universidad. Ese camino de activismo aquí entre la universidad se fue haciendo mucho más importante en mi vida y fui conociendo también a otros activistas y otras activistas por fuera de la universidad, llegando a vincularme a ese activismo LGBTIQ+ y no sólo LGBTIQ+, sino también por los derechos de las mujeres y otros movimientos sociales. Me vinculé de lleno al movimiento social, aquí, en el Atlántico. Entonces, eso me permitió, por ejemplo, ir a hacer mi pasantía en la escuela de estudios de género en la Universidad Nacional en Bogotá, donde también seguí conociendo otras experiencias por fuera de aquí de la Región Caribe, conocer otras colectivas, organizaciones de lesbianas, pero también de LGBTIQ+ en general. Con ese trasegar, en algún momento me llamaron de una organización que está aquí en Barranquilla que se llama Caribe Afirmativo. Caribe Afirmativo es una organización LGBTIQ+ de las más importantes a nivel Nacional, con mucho impacto actualmente y ya hace como cinco o muchos más años. Mucho impacto que tiene que ver con construcción de paz en Colombia y personas LGBTIQ+.
¿Y tú fuiste la coordinadora?
Exactamente. Yo terminé trabajando en Caribe Afirmativo desde el año 2017, yo todavía no me había graduado de Relaciones Internaciones y me llamaron "vente de Bogotá, no te quedes allá". No querían perder como el conocimiento de aquí, que no emigre la gente. Me llamaron y entré a Caribe Afirmativo como investigadora. Empecé a trabajar ahí con personas LGBTIQ+ indígenas y afrodescendientes sobre sus derechos económicos, sociales y culturales. Así fui creciendo un poquito también y aprendiendo en Caribe afirmativo y de un momento a otro terminé vinculada al área de paz y conflicto armado de Caribe Afirmativo, donde lo que hacíamos era, a propósito del acuerdo de paz que se había firmado recientemente entre el Estado colombiano y las FARC, pudimos desarrollar toda una estrategia para trabajar con victimas LGBTIQ+ del conflicto armado, visibilizar lo que había pasado, porque este tema de víctimas LGBTIQ+ del conflicto armado era muy poco tocado, casi nadie. Los actores armados no reconocían que habían violentado a las personas LGBTIQ+, etc, etc. Ahí terminé siendo la coordinadora de esa área, donde pudimos incidir ante el sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición de Colombia, que es un sistema que crea el acuerdo de paz que está contenido por la Jurisdicción Especial para la Paz, o sea las JEP, la Comisión de la Verdad y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas en Colombia.
Entonces, nosotros lo que hacíamos, yo coordinaba informes para presentarlos ante la comisión de la verdad, ante la jurisdicción y ante la unidad, sobre qué había pasado en el marco del conflicto armado con victimas LGBTIQ+, qué había pasado, los impactos, las afectaciones, qué estaban pidiendo las víctimas para la reparación. Ahí alcanzamos a presentar muchos informes por parte de Caribe Afirmativo, creo que la organización LGBTIQ+ que más informes presentó de la comisión de la verdad. Yo creo que también ante otras también, ante la jurisdicción especial para la paz. Hicimos el primer informe de una organización social que se presentó sobre lo LGBTIQ+ a la comisión de la verdad. Fue el informe "Nosotras resistimos", que ha sido muy citado afortunadamente. En ese trasegar, en algún momento yo renuncio a Caribe Afirmativo para trabajar un poco después en el marco de la pandemia, como cambiar un poco también sobre mi hoja de vida, ya sentía que mi ciclo en Caribe se había terminado, después de ya tanto tiempo también trabajando allí. Me fui a otra organización que se llama Artemisas, que trabaja más el tema de participación política, con todo [...]
vinculada a la campaña esta grande que hizo que se llevara al congreso y a otras instancias del país, que ojalá el 50% de las instancias públicas fuera conformada por mujeres.
Trabajando con Artemisas, en un momento me llaman de la Comisión de la Verdad, Salomé Gómez que era la coordinadora de un grupo de la Comisión que se llamaba "Grupo de trabajo de género". Salomé me conocía cuando yo trabajé en Caribe Afirmativo, porque yo le entregaba a ella los informes. Salomé los recibía. En un momento me llama en marzo del 2021 y me llama y me dice "Vivian, me gustaría que trabajaras acá con nosotros". Ya ella me había llamado el año anterior, varios meses atrás, pero ya yo había firmado contrato con Artemisas y realmente sentía un compromiso también por seguir con Artemisas, no iba a dejar eso a un lado de un momento a otro. Entonces yo le dije inicialmente: "No, no puedo". Me volvió a llamar a los 3,4 meses y yo bueno, ya que insistes, está bien
¿El trabajo es remoto?
Sí, es remoto. Por todo lo de la pandemia. Allí terminé siendo investigadora del grupo de trabajo de género de la comisión de la verdad. Un grupo al que yo ya había conocido antes, al que le había entregado informes. Ahora me llamaban a mi como experta en estos temas por parte de mi otro lado de organización social. Allí termino en la comisión como investigadora, inicialmente como investigadora. De hecho, me llamó y me dijo "Quisiera que pudieras abordar lo que tiene que ver con impactos, afrontamientos y resistencias de personas LGBTIQ+". Eso ya lo había trabajado. Al rato, a los meses, termino siendo coordinadora en todo lo que tenía que ver con la sección LGBTIQ+ del volumen y también dirigiendo un poco ese trabajo. Excelente camino. Muy interesante ver todo eso porque a veces uno cuando está en la universidad no siente cómo puede aplicar las cosas que está aprendiendo o a dónde ir. ¿Por qué el nombre Mi Cuerpo es la Verdad y por qué la necesidad del capítulo enfocado en las experiencias de las mujeres y la comunidad LGBTIQ+? Sobre todo, en el marco del curso del conflicto armado.
Este fue un nombre que no solamente lleva el volumen, sino que, en el año 2019, la comisión ya en sus funciones desarrolló e hizo un gran evento nacional, a propósito del día contra la violencia sexual en Colombia y desarrolló un evento en Cartagena, en la Región Caribe con víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado a nivel nacional. Fue un evento enorme, divino, que llevó el nombre "Mi cuerpo es la Verdad" así se llamó el evento en ese momento. Realmente teniendo en cuenta que las violencias cometidas contra las mujeres y personas LGBTIQ+, sobre todo la violencia sexual, ha sido una violencia deslegitimada históricamente por parte de las comunidades, de la misma sociedad, pero sobre todo por parte de las entidades del estado de los funcionarios y funcionarias públicos. Cuando una víctima va, sobre todo una mujer o persona LGBTIQ+, "a mí me pasó esto", eso es mentira o tú te lo buscaste.
Entonces siempre se deslegitima la versión de la víctima sobre todo en caso de violencia sexuales, se hace un cuestionamiento tremendo que no se hace en otros casos, cuando son hombres, víctimas de otra violencia, no hay duda de que te pegaron, no hay un cuestionamiento. Esto es un mensaje también de decirle al país, yo estoy diciendo la verdad y mi cuerpo lo está diciendo, mi cuerpo y la experiencia que yo he vivido desde mi corporalidad y de lo que me ha pasado a mí, ya sea una violencia sexual o ya sea otro tipo de violencia como mujer o persona LGBTIQ+ que ha sido históricamente olvidada y silenciada, nadie me ha prestado atención, dice la verdad.
La verdad no se construye solamente con que entonces tengo mil pruebas y lo que dice un juez entonces contrasta una información con la otra. Mi cuerpo en ese mismo, lo que yo te estoy
diciendo, no te estoy mintiendo, entonces era la forma de reivindicar todos estos cuestionamientos que históricamente se le han hecho a mujeres y personas LGBTIQ+. Por eso, mi cuerpo es la verdad, no es la mentira. Porque era importante todo un volumen específico sobre todo lo que tiene que ver con mujeres y personas LGBTIQ+ en el informe final. Eso fue, te cuento aquí también, una decisión no desde el inicio. La comisión de la verdad obviamente es una comisión muy atípica, es muy diferente al resto de comisiones de la verdad en el mundo que ya ha habido en otros países. Es atípica porque de alguna forma se iba aprendiendo a medida que iba caminando.
Creo que el tiempo fue muy corto, además fueron 3 años inicialmente, lo que se le dio a la comisión, luego se extendieron a cuatro, por el tema de la pandemia. Entonces a medida que se iba caminando, se iban tomando algunas decisiones. Cuando se estaba pensando en un informe final, no se pensaba en [...] se sentaron unas líneas, unas líneas muy generales después de un tiempo y unas de esas líneas se estaba analizando si podría ser la violencia sexual, pero no sé hablaba de mujeres y personas LGBTIQ+, sino violencia sexual en general, como un patrón de violencias que se habían vivido en el marco del conflicto armado. Los comisionados y las comisionadas me decían "Hay que hablar de esto sí o sí porque es que violencias sexuales hubo un montón en el marco del conflicto armado".
Entonces, así se había pensado inicialmente, entonces el grupo de gente de trabajo de género que se formó para abordar esto en el marco del informe de la comisión y de las actividades también del diálogo social de la comisión, se pensaba inicialmente de la violencia sexual, entonces se había pensado que el informe iba a tener un apartado sobre violencias sexuales y que ahí se iba a meter mujeres, personas LGBTIQ+ y hombres víctimas de violencia sexual. Pero con el tiempo, aquí ya te habla la Vivian que hacía parte de las organizaciones sociales, de las organizaciones incidimos para que no hubiera un apartado de violencias sexuales y ya, sino para que esto fuera mucho más complejo, mucho más amplio, sobre todo, porque las mujeres y las personas LGBTIQ+ no vivieron solo violencia sexual.
O sea, hablar y decir eso sería reduccionista y muy irresponsable de parte de una comisión. Entonces decíamos, miren, lo que nuestras víctimas están diciendo, las víctimas que estamos acompañando en el país, es que no solamente fueron víctimas de violencia sexual, fueron víctimas de amenazas, desplazamientos, exilio, homicidio, tentativas de homicidio, secuestro
Y no por cualquier cosa, sino por su identidad.
Exactamente, que esa es otra historia también. En eso coincidíamos las organizaciones de mujeres y las organizaciones LGBTIQ+. Entonces teníamos un espacio de interlocución entre la Comisión y las organizaciones, que se llamaba Mesa de Asistencia Técnica de Género. Entonces, era un espacio de interlocución cada tanto, cada 3 meses, cada 4,5,6 meses, entre la comisión de la verdad, o sea ese grupo de género, con las organizaciones sociales y ellas nos iban contando como iba avanzando esa discusión y nosotras íbamos retroalimentando de las organizaciones. Entonces, en un momento la comisionada Alejandra Miller, que era la encargada de todo lo que tenía que ver con género en la comisión de la verdad, mujeres y personas LGBTIQ+ se dio esa pelea. Se dio la pelea con el resto de los comisionados, cuando digo pelea no es de golpes, ni nada, pero sí de esas discusiones que obviamente se dan dentro del marco del pleno del comisionado con los otros comisionados. No todos sensibilizaban alrededor de este tema. Entonces dijo que vamos a hacer un apartado específico de mujeres y personas LGBTIQ+ porque es importante mencionar esto diferente. Ahí va lo que acabas de decir y es el por qué. La idea no era aportar todas las violencias de mujeres y todas las violencias de personas LGBTIQ+, sobre todo las violencias de personas LGBTIQ+, no, porque ahí
estaríamos hablando desde el niño de cinco años que se desplazó con la familia cuando ni siquiera se reconocía como una persona gay.
Son cosas más genéricas, pero era importante visibilizar eso que les sucedió a personas LGBTIQ+ por ser LGBTIQ+, por su orientación sexual, por su identidad de género y su expresión de género no normativa o de incidente o no hegemónica o diversa, como se le quiera llamar, que desde la comisión optamos por no normativas. Y por eso, importante, porque es decirle al país, mire, estas violencias ocurrieron por tantos prejuicios alrededor de las sexualidades y el género no normativo en el país. Así, finalmente, se decide entonces abrir ese volumen, que al comienzo era apartado que si un capítulo, al final en términos de editoriales, se decidió un volumen, con dos secciones, una de mujeres y otro de personas LGBTIQ+. Por parte de mujeres es importante para hablar precisamente de esas violencias que han vivido las mujeres por ser mujeres, el entramado patriarcal en el que hemos estado viviendo y todas esas violencias que vivieron finalmente por el hecho de ser mujeres. Así se decidió. Pero eso es lo importante, como comisión, queríamos visibilizar esto de forma diferencial, cuáles fueron en esas violencias y esas afectaciones diferentes. Y eso creo que eso somos muy insistente en la en la parte introductoria de por lo menos del volumen. No decir aquí están plasmadas esas violencias diferenciadas, eso que sucedió porque ellos eran mujeres y porque eran personas LGBTIQ+.
Sí, de hecho, sobre el nombre y sobre lo de que es realmente verdad el cuerpo le está contando. A mí me gustó mucho cuando en la introducción el volumen menciona que escucharon a las víctimas, les creyeron, no pusieron en duda, porque eso es algo que es muy recurrente en este tipo de situaciones, que las personas lo primero que hacen es dudar o señalar como "¿realmente ocurrió?" cuando eso no es el punto.
El punto es lo que nos están contando, lo que vive una persona y también lo del apartado que luego se convirtió en un volumen. Me parece muy bien. Porque es mucho de lo que hay que hablar y siento que eso es algo que es invisible, que dicen como no sufrió violencia, porque estaba en el marco, no por su identidad, no por su orientación, no por su género. Entonces eso me gustó mucho.
Es curioso, porque creo que, y aprovecho de decirlo acá, porque casi como que no se aborda ese tema, ni lo preguntan y es este volumen, tenía al comienzo como mil páginas. Era una locura. O sea, era una cosa que tenía […] o sea, yo recuerdo que teníamos en lo LGBTIQ+ como ochocientas páginas, setecientas páginas y no exagero, pero luego editorialmente tuvimos que hacer un ejercicio profundo y largo y doloroso también de reducirlo por toda la intención pedagógica de la comisión.
La comisión siempre pensaba: ¿quién se va a leer esto con mil doscientas páginas? Nadie, nadie. La gente sufría con el acuerdo de paz que tenía no sé cuántas y pico de página, o sea, quién va a leerlo y ahora son dieciocho mil páginas. Pero en ese momento eran un montón de páginas de todo el informe. Entonces, allí también fue muy duro porque claro, nosotros, como que nos tocó pensarlo y reducir y cortar cosas que no queríamos y por eso también en parte el informe, voy a hablar específicamente el volumen, no tiene cosas que, por supuesto que son importantes, pero no podíamos por un tema de espacio. No podíamos. Entonces, eso también es importante que la gente lo sepa, el volumen del informe antes era mucho más largo y nos hubiese encantado, pero en aras de que la gente realmente lea el informe y se interese como sociedad colombiana por esto, tuvimos que hacer un ejercicio pedagógico de recortar. A veces nos decían "pero es que faltó esto" Nosotros sabemos, pero no podíamos en términos editoriales, digamos que tuvimos un comité editorial muy bueno que fue muy insistente "vamos a
cortar esto, vamos a cortar esto" o "¿Por qué se habla de esto en media página?". Antes no teníamos esa restricción, entonces al final nos tocó cortar un montón de cosas.
Claro y sobre todo doloroso, porque ustedes fueron las personas que entrevistaron y estuvieron ahí, viendo los gestos, las expresiones. Debió ser muy fuerte.
Como feminista, activista e investigadora, ya tenías bastante conocimiento sobre el impacto del conflicto armado sobre las mujeres y la comunidad LGBTIQ+. Aun así, con conocimiento previo y experiencias con investigaciones similares, ¿te impactó mucho la información y los testimonios generado por estas investigaciones que realizaron?
Me alegra que preguntes eso. Y nuevamente, por lo que te dije ahorita, no suelen preguntarlo. Usualmente las preguntas son como, bueno, lo técnico de que dice esto, qué es. Realmente me impactó mucho. Yo ya llevaba trabajando con víctimas varios años y yo creo que en parte también me llamaron para trabajar en la comisión por eso, porque yo tenía experiencia llegando a territorios en los que muchas víctimas nunca habían hablado antes con nadie. Entonces tuve la oportunidad, muy bonita, de hablar por primera vez con muchas víctimas, no trabajando también en la comisión, sino trabajando en Caribe Afirmativo, muchas víctimas que era la primera vez que hablaban de lo que les había sucedido por miedo, por vergüenza, porque sentían vergüenza. por temor, lo que sea, porque nunca nadie había llegado ahí, a ese territorio a decir "oye, vamos a hablar". No, tú eres víctima. Ni siquiera muchas no sabían que eran víctimas. Hoy es muy bonito porque muchas de ellas me llaman y soy muy amiga de muchas de ellas y me dicen "Vivian, ya hoy puedo hablar de esto con alguien sin llorar, porque la primera vez que hablé de esto contigo, era un mar de lágrimas y ya puedo hablar de esto por fin, sin llorar y ya de una forma más resiliente". Entonces, pese a todo eso, pese a mi experiencia, sobre todo con víctimas en el Urabá antioqueño, aquí en la región Caribe también, fue muy duro porque obviamente yo no conocía a todos los testimonios, conocí bastante porque había podido viajar mucho, pero no los conocía a todos. Eran muy fuertes y realmente también sentir la carga emocional y política de yo tengo que responderles a todos estos testimonios.
La comisión y lo que escribe debe responder respetuosamente y dignamente a lo que ellas nos están confiando a nosotros. Entonces, no era solamente el hecho de escucharles que era devastador, unos relatos que tú dices ¿En qué momento Colombia se convirtió en esto? Relatos de canibalismo, de homicidios, de desapariciones forzadas con una tortura con sevicia impresionante y este tema de la complicidad de la gente, la aprobación de la sociedad con esta violencia es dolorosísimo, o sea, saber cómo también muchas veces se maquinaron las mismas familias con actores armados para que violentan a un a uno de sus hijos porque era gay. Es abrumador y eso era muy doloroso, pero al tiempo también era más que doloroso era abrumador porque sentías que tú tenías que responder y decirle al país, en pocas palabras, que era lo que había pasado y sentir ese esa carga política, como te digo, esa responsabilidad, más que carga, esa responsabilidad política de que tenía que dar cuenta de eso, que ellos te estaban confiando.
Entonces era muy duro, emocionalmente. fue muy fuerte. Realmente como grupo de trabajo de género, trabajamos con un enfoque de cuidado, feminista entre nosotras. Muchas veces tuvimos que hacer un pare en el camino, en algún momento, algunas tuvimos que echarnos a un lado y decir "Yo no puedo con esto". Muchas veces compañeras que decían yo no puedo con leer los testimonios de violencia sexual por parte, por ejemplo, de paramilitares por x, y, z experiencia en mi vida por x, y, z esto es muy fuerte, esto ya es demasiado. Entonces allí nos fuimos apoyando y nos fuimos como abrazando para esto. Yo salí devastada y lo hablo en términos míos personales y sé que no soy la única en algún momento, esto es muy curioso, porque en algún momento al final de la comisión teníamos un evento hace como dos meses, con comisionados y víctimas, entonces llamamos a
muchos. Eso es un espacio de cierre, como la entrega, eso fue el 29 al día siguiente de la entrega oficial del informe, que fue el 28 de junio, el 29 de junio, tuvimos un evento con víctimas de entrega del informe de comisionados, comisionadas y funcionarios de la comisión con las víctimas y el comisionado Leyner Palacios, representante de comunidades afro, fue uno de los últimos que llegó y siempre había sido una activista, él entra cuando muere Angela Salazar, la comisionada del Urabá antioqueño, y él dice en público, delante de la víctimas, les dice: Yo me voy muy preocupado de la comisión por la gente que trabaja en la comisión, por los investigadores de la comisión, por su salud mental, porque eso fue abrumador. Y él decía y yo entré al final, yo fui el último que entré. Nosotros como comisionados, no teníamos que leer los testimonios, nosotros recibíamos toda la información de los investigadores, de esos grupos de investigación. Cada comisionado tenía atrás un grupo, yo hacía parte de ese grupo de la comisionada Alejandra Miller. Y él decía: yo me voy preocupado, que la salud mental leer […] O sea, saber que uno tenía que trasnochar. Tuvimos épocas de mucho trabajo, meses, con dos, tres horas de sueño sentado frente a un computador. Fue muy duro. Y bueno, creo él lo resumió muy bien, muy preocupado y efectivamente, bueno, digamos que el final, afortunadamente, yo hacía parte del grupo de trabajo de género. Tuvimos que contratar incluso un grupo de apoyo psicosocial para nosotras como grupo porque esto fue realmente bastante, fue muy, muy fuerte.
Sí y eso es algo que las personas usualmente no tienen en cuenta porque lo toman como una historia más. Ya no es un testimonio que alguien vivió, que alguien está contando, de algo que le ocurrió realmente. Entonces me imagino que fue muy, muy fuerte, sobre todo de esas personas que estuvieron que entrevistar estando ahí. ¿Entrevistaron virtual o presencial?
Ambas. Bueno, presencial yo siento que es mucho fuerte más porque se está rodeado y todo esto, yo siento que fue muy, muy fuerte. Muy significativo también. Algo que me gusta que está en uno de los capítulos del, bueno, no sé si se puede llamar ca capítulos, pero en una de las partes de la comunidad LGBTIQ+. es que comienza narrando el testimonio de una persona y de ahí mencionan como: "y en ese mismo momento, a otra persona más les está ocurriendo algo". Siento que normalmente como sociedad no tomamos en cuenta que eso ocurrió en cierto memento y varias cosas estaban ocurriendo al mismo tiempo. Tendemos como a dejarlo en un momento flotando ahí, que no le ponemos como una fecha y que en esa fecha no sólo ocurrió eso, no fue aislado, sino como muchas cosas al mismo tiempo y que es algo estructural, entonces me gustó mucho esa parte.
Que bueno, que bueno. Es una parte de voces de las victimas LGBTIQ+. Yo estaba leyendo y estaba como... La impotencia que sentía de sólo leer. Entonces me puedo imaginar mucho la frustración que sintieron ustedes investigando todo esto. Bueno. Ahora, ¿Cuál fue el proceso de investigación durante tu trabajo con la comisión?
Bueno, mira. Yo llegué en un momento en el que ya yo no tenía que hacer entrevistas, que no quiere decir que yo no pasé por ese proceso porque, repito, yo hice muchas, en un tiempo antes con Caribe Afirmativo y esas entrevistas se pasaban a la Comisión.
Uno porque ese sistema te arrojaba […] Pero la comisión tuvo desde el año 2019 como una guía metodológica y esa guía metodológica pudo afortunadamente contar con una mujer lesbiana activista, ella es Liza García, que dejó una cosa y decía: es importante que la Comisión desagregue las características, las identidades de las víctimas con las que hable y dentro de esa de dentro de esa desagregación que esté la orientación sexual, identidad de género y expresión de género de la víctima. Que no sea que entonces no le van a preguntar a la gente cuál es la orientación sexual o cuál es su identidad de género. Entonces, eso estuvo desde el comienzo. Entonces, en los
instrumentos de investigación, de entrevista, de grupo focal, de estas colectivas siempre está ¿cuál es tu orientación sexual? Tu identidad de género, tu expresión de género no normativo.
Entonces eso permitía que al momento de que yo le pedía a la persona analista cuantitativa que trabajaba en la plataforma en el SIM, le podía pedir cuáles son todas las entrevistas LGBTIQ+ que me arroja y podía tener las desagregadas, no como otras entidades que tienen, como estas son las heterosexuales y esta son las LGBTIQ+ pero tú no sabes cuántas lesbianas, cuántas bisexuales.
Esta es la primera entidad del estado que trabaja con víctimas que pudo desagregarlo; en lesbianas, bisexuales, mujeres trans, hombres trans. Entonces, cuando nos arrojaba las entrevistas nos arrojaba supuestamente como mil y pico. Ah, bueno, tenemos mil y pico de entrevistas LGBTIQ+, pues no. Nos dimos cuenta de que a medida que íbamos leyendo "pero es que esto no es un hombre LGBTIQ+, esto es un hombre heterosexual, esto es una mujer heterosexual. No entendíamos por qué, un tema ahí en el etiquetado no sabe, un desconocimiento de quienes estaban etiquetando. Pues que se hizo un trabajo de sensibilización y de formación en el interior de la de la Comisión. Entonces tuvimos que leernos cada una de las entrevistas qué supuestamente eran LGBTIQ+ para saber cuál sí y cual no. Nos hizo que hiciéramos un stop en el camino porque no podíamos leer y al tiempo escribir, nos tuvimos que dedicar como dos semanas, día y noche, sólo al leer estas entrevistas. Cuando ya terminamos pudimos identificar 405 entrevistas, si no estoy mal, de personas LGBTIQ+ pero eso significa que nos leímos todas.
Nosotras como grupo pudimos leernos todas las entrevistas de personas LGBTIQ+ y creo que ningún otro grupo puede decir de la Comisión puede decir que se leyó cada una de las palabritas las víctimas. Entonces, cuando los leíamos de ahí era que partíamos. Entonces partíamos de ese enfoque inductivo de tenemos que leer las entre las entrevistas tomadas directamente por la Comisión e ir encontrando como unos patrones. Cosas que se iban pareciendo, que se iban repitiendo. Eso lo íbamos contrastando con las otras informaciones, con los informes de las organizaciones de la sociedad civil, con los informes que entregaba, por ejemplo, Caribe Afirmativo, que Colombia diversa, que la plataforma LGBTIQ+ por la paz, todas esas organizaciones, Instituto, Raza e Igualdad, iban entregando informes también con entrevistas, con sus propios análisis.
Íbamos contrastando la información, con las bases de datos de todas estas que te acabo decir con los medios de comunicación con reporte de prensa, con artículos académicos, libros. Y así fue el proceso, hasta que podíamos llegar a hallazgos generales, que son ya como varias de las cosas que están ahí escritas que los patrones de la violencia, que si la persecución, así fue ese proceso de investigación.
Algo que también me gustó mucho es que tienen una sección como por qué, sobre todo en la parte de las mujeres y recomendaciones. Siento que en ninguna otra parte había visto algo así, simplemente se limitaban a narrar historias o hacer análisis. Eso del por qué, me parece muy importante porque normalmente uno en su frustración de escuchar todas esas historias y esas narraciones, pues nos quedamos como, ¿pero por qué pasa esto? Cuando la razón está ahí, es simple.
Esa fue una de las primeras secciones que me leí porque me llamó mucho la atención eso, quería ver cuál era la respuesta que daban y también lo de las recomendaciones, porque no solo se limita al estado o a norma, sino también a la sociedad que podemos hacer como sociedad que es aún muy excluyente, sobre todo en mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+.
Ese fue un proceso también en términos de ¿cómo hacemos esto pedagógico? Ahí estaba la pregunta, ¿cómo lo dividimos? Usualmente tú ves los informes y está todo mezclado y eso lo
entendemos las personas que somos expertas, entre comillas en esto y académicas y yo no sé qué y llevamos años hablando de esto, pero una persona, y eso siempre lo decía al padre Francisco de Roux, que era el presidente de la comisión, pero también […] que era nuestra comisionada, este informe y este volumen específicamente lo puede entender no solamente el académico de toda la vida, sino una niña que está en el colegio, un niño que está en el colegio, que si lo coge, puede entender, pueda comprender, pueda sentir y después de leerlo, diga "yo no puedo seguir haciendo tal actitud que he tenido toda la vida, que es hacerle bullying a mi compañerito si es gay o a mi compañera que es lesbiana.
Entonces, esa fue como la decisión que se tomó de dividir y no todos los volúmenes están divididos así, este está dividido en esas tres secciones o una primera parte del ¿qué pasó? En términos de violencias, violaciones a derechos humanos, vulneraciones, etcétera. Dos ¿por qué? En términos de factores explicativos porque la comisión tenía el deber, en su mandato, de esclarecer factores que hicieron que, como sociedad colombiana, llegáramos a hacer todas esas atrocidades de ese que pasó, de ese primer punto. Ese era un mandato que teníamos, otros volúmenes lo hicieron de otras maneras, lo mezclaron. Nosotros decidimos vamos a decirle la gente así, así para que lo entiendan ¿Por qué pasó? ¿Cuáles son esos factores que explican? ¿Por qué estamos aquí en estas condiciones que estamos por qué pasó lo que pasó?, pero también ¿Qué fue lo que permitió que esas violencias continuaran en el tiempo? Los factores que hicieron que persistieran, factores de persistencia.
Y, por último, una tercera parte de ¿Qué pasó con lo que nos pasó? Que es eso de impactos, afrontamientos y resistencia Todo esto de esas violencias ¿Cómo nos impactó a nosotros? ¿Cuáles fueron esas formas en que las víctimas se sobrepusieron a todo lo que les pasó en el marco conflicto armado? que son los afrontamientos y la resistencia como son el cuestionamiento a esos órdenes de los actores armados en el conflicto armado.
Y, por supuesto, la recomendación es que era un mandato también que teníamos como comisión y que tienen en general las comisiones de la verdad en el mundo que es decirle al país haz esto, deja de hacer esto. Ahí, obviamente, y como algo innovador es lo que tú dices, las recomendaciones a la sociedad, porque, por ejemplo, en el caso de personas LGBTIQ+ a diferencia de pronto que, en otros casos con otras poblaciones, todo este tema de la aprobación social fue tremenda y fue terrible, bueno, ya eso después lo podemos ahondar, pero claro, ya hay que decirle a la sociedad, hay que acabar con estos estereotipos, estos prejuicios y las representaciones sociales negativas que se han tejido alrededor de personas LGBTIQ+.
Sí porque todos esos prejuicios no solo se quedan en prejuicios, sino que se convierten en violencia, en opresiones y muchas cosas más.
La siguiente pregunta es ¿qué dificultades hubo en el proceso de la investigación para que se capitule en concreto? Como nos estabas contando. También pasó lo de la base de datos y todo eso.
Esto creo que fue una gran dificultad, el tema de que tuvimos que leernos todas las entrevistas por el problema de etiquetamiento, las entrevistas que hubo por el sistema de información, por el SIM, tuvimos entonces que volver a leerlos, eso obviamente lo tuvimos que […] No era solamente leerlo, sino arreglarlo en el SIM. Entonces era leerlo, además corregirlo y subirlo al SIM nuevamente. Pero nos vamos con la tranquilidad de que sirvió, de que hicimos lo que teníamos que hacer, de que lo corrimos y de que nos dimos cuenta, pese al tiempo tan corto que teníamos, que esa fue otra dificultad. Otra es una dificultad que yo creo que es importante mencionar era el tema del tiempo. O sea, es que contamos con muy poco tiempo que como comisión nos hubiera gustado tener más
tiempo porque contar algo que, 60 años, más de 60 años, en tan poco tiempo, investigarlo, es durísimo, es muy difícil, además, en tan poco espacio, entonces esa fue como otra dificultad.
Adicional a eso, creo que esto más en término de la interacción con víctimas, es la inseguridad, la falta de seguridad en los territorios del país. Cuando estábamos desarrollando las entrevistas, tanto desde las organizaciones sociales como desde la comisión, fue muy difícil también acceder muchas de las víctimas, que al final algunas, sí pudieron dar sus testimonios, otras no. Precisamente porque sigue habiendo conflicto armado en Colombia y siguen estando grupos armados en muchos de estos territorios. Entonces, muchas de las víctimas tuvieron mucho temor de hablar, de contar sus experiencias a la Comisión. Esas historias quedaron sin ser contadas. Y que ojalá en el futuro se pueda seguir profundizando esto, pero aparte de eso, los prejuicios siguen existiendo, entonces, muchas de las víctimas, por ejemplo, tuvimos que sacarlas de sus casas para que pudieran hablar de sus territorios, para que pudieran contarnos sus experiencias, porque es que su mamá no sabía lo que había pasado antes, por ejemplo, en pandemia, que fue un gran problema para nosotros porque dificultó hacer las entrevistas de forma presencial.
Entonces ¿Cómo entrevistamos? Nos tocaba virtualmente, pero allá en había un gran problema es que, precisamente por esos círculos de precariedad en las que muchas personas LGBTIQ+ están, por esas violencias, porque los echaron de su casa a temprana edad, porque lo echaron de la del colegio, porque un marica no puede estar en el colegio, porque nadie los acepta en el trabajo. Entonces, precisamente por eso, muchos no tenían acceso a un computador o a internet en el celular para poder tener una videollamada, una llamada con una persona de la Comisión. Entonces esa fue otra dificultad que tuvimos que afrontar de la mano de esto que te digo del miedo también a contar en tu casa, entonces, claro por la pandemia, sí, voy a ser una llamada a mi casa en el cuarto en la de mi mamá, pero mi mamá no sabe lo que a mí me pasó. Mi mamá no sabe que, a mí, una vez unos guerrilleros, unos paramilitares fueron y me violaran. Yo nunca le conté por vergüenza, porque me daba miedo decirle a mi mamá porque me iba, decía, es que eso te pasa por marica, porque gay, por lesbiana, por machorra o por trans.
Entonces todas estas cosas tuvimos que ver cómo las solventábamos en términos también desde la investigación. Y entonces lo que se nos ocurría era darles un subsidio de transporte para que se pudiera movilizar hasta una de las sedes de la comisión que se llamaban como casas de la verdad en algunos territorios y pudieran estar en lugares seguros y donde también pudieran tener un computador y acceso a internet o pudieran ser entrevistadas de forma presencial por alguien.
Sí, fueron varias dificultades. La pandemia realmente ahí […] De hecho, precisamente por la pandemia porque fue un obstáculo enorme, tuvieron que extender el período de la comisión porque era inhumano no hacerlo.
La otra pregunta es una sección del informe, es titulada controlar la vida de las mujeres para controlar el territorio. ¿Nos puedes elaborar sobre este concepto un poco más?
Antes de responderte la pregunta. Una cosa que me faltó decir antes. Otra gran dificultad, dos grandes dificultades. Uno, en las bases de datos, como te decía, era muy difícil encontrar información sobre personas LGBTIQ+ para contrastar precisamente porque no había información desagregada, O sea X entidad nos entregaba: Bueno, estas son las víctimas de secuestro en los tantos años, ¿Cuántas son LGBTIQ+? ni idea porque no había información desagregada o, por ejemplo, algunas entidades Tuvimos que pasar derechos de petición y nos decían, sí, estas son tantas LGBTIQ+, pero ajá, ¿Cuántas lesbianas? ¿Cuántos gays? No sabemos porque no desagregamos la información
ea, como que la gran información informes de las organizaciones sociales que nos habían entregado a la Comisión, las mismas organizaciones de siempre, tenían que ser LGBTIQ+, etcétera. Había un gran informe que era el gran informe marco que había, era aniquilar la diferencia del Centro Nacional de Memoria Histórica que lo escribieron en el 2015, pero pues también centraban unos territorios con muchas menos víctimas de las que hablaron con nosotros y que repiten unos territorios específicos, pero no había mucha información para contrastar tampoco.
Y lo otro es la falta de reconocimiento por parte de los actores armados sobre la violencia contra personas LGBTIQ+. Entonces, por ejemplo, a diferencia de lo que ocurría con otras víctimas, lo que los actores armados, que la Comisión pudo hablar con responsables, es decir, con actores armados, con excombatientes. Entonces, en esos diálogos con excombatientes que el secuestro sí, nosotros secuestramos, que el reclutamiento forzado, sí. Pero en el caso de las personas LGBTIQ+, nadie reconoce nada. "No, nosotros, yo no me acuerdo. Yo no sé qué me estás hablando" "¿Violencia sexual?" que además nunca recuerdan violencia contra un hombre. "No, yo no sé qué me estás hablando" Muy difícil, casi ningún responsable. Ningún excombatiente hablaba de eso. "No, yo no sé, no, nosotros éramos tolerantes", Pero señor, aquí tengo que, en tal año a tal, usted lo desapareció. Mandó a que lo desaparecieran. Entonces, claro, eso es otra cosa muy difícil porque ¿cómo lo contrastamos?
Y por eso también en parte "Mi cuerpo dice la verdad" porque sabemos qué los responsables muy difícilmente reconocen y eso no quiere decir que no haya sucedido. Entonces esa fue otra dificultad, pero que ahí logramos solventar con algunos manuales. Eso está en nuestra sección en algunos manuales de combate de varios de estos actores armados que sí decían, por ejemplo, hay que ir contra los homosexuales porque ellos son chivos expiatorios, porque son chismosos.
Bueno, una de las cosas que, como grupo de trabajo de género identificamos es que, los actores armados tienen una estrategia de violencia contra las mujeres porque era estratégico. O sea, eso fue una estrategia. Identificamos que alrededor de las mujeres, las mujeres han sido la fuerza de los territorios, en muchos territorios de Colombia, han defendido la paz la vida y se han ido contra el conflicto armado en muchos de los territorios y han defendido que a sus hijos no los recluten, que a sus esposos los recluten, han defendido contextos de paz en muchas de los territorios de Colombia y alrededor de ellos se ha tejido también la vida y las familias y las comunidades y eso también tienes que ver con los roles de género, O sea, no es que ha sido hacer, sino que eso tienen que ver con los roles de género. Y los actores armados lo que hicieron fue que desarrollaron diferentes violencias contra ellas para que tuvieran que desplazarse al territorio. Y se dieron cuenta que al momento en que las mujeres se desplazaban del territorio, con ellas se desplazaban toda la familia. Al contrario que cuando desplazaban, un hombre usualmente no se iba toda la familia porque en ellos no estaba sostenido todo ese tejido familiar, pero alrededor de las mujeres sí, entonces lo que hicieron fue que desarrollaron y ejercieron muchísima violencia, sobre todo contra violencias sexuales, cierto para humillar humillarles a ella, humillar también a sus esposos, a sus familias y finalmente desplazarse y que se convirtieran en un obstáculo menos para el control que ejercían los actores armados sobre esos territorios.
Entonces se dieron en cuenta que, al momento de violentar a las mujeres, controlaban el territorio, porque imponían un orden moral, social, específico sobre el territorio. Pero, además, porque se desplazaban estas familias que representaban un obstáculo político, económico, social para ellas. Y el otro tema también qué tiene que ver con el ejercicio político de las mujeres. Muchas de estas mujeres lo que hicieron fue confrontar lo que hacían los actores armados en términos políticos.
Entonces, dirigían las juntas de acción comunal que representaban una amenaza. Eran contrincantes de los actores armados.
Entonces también entendían que, al momento de desplazarla, de cometer todas estas violencias para que ellas se desplazaran, tenían mucho más control porque entonces se quitaban de encima a una a una contrincante política, económica, social en el territorio. Entonces, más o menos, esa fue la estrategia de guerra de los actores armados, sobre todo ejerciendo la violencia sexual contra las mujeres.
Sí, algo que me llamó mucho la atención es la parte donde mencionan que no sólo controlaban la sociedad en general, sino también, por ejemplo, dicen como las habitaciones, controlaban las relaciones de pareja para poder controlar toda la población, por decirlo así. Es como muy impactante que también llegaran ese tipo de estrategia donde humillaban a mujeres que les quitaban los maridos a otras.
Los actores armados tenían manuales de convivencia. Un manual donde escribían en la en la pared: no se aceptan prostitutas, los hombres no pueden usar aretes, una mujer no puede quitarle el marido a otra mujer.
Entonces así establecían, imponía o mantenían también, unos órdenes específicos que, por supuesto que eso le representaba una ventaja militar en la guerra porque podían controlar el territorio. Entonces, si un hombre tenía una pelea con su esposa o una esposa con su esposo, ellos entraban también ahí a mediar, entraban finalmente a controlar también el ámbito privado de la de las familias. Eso, por supuesto, controlar a la gente es controlar el territorio. Tú controlas a un territorio también cuando controlas a la gente que habita ese territorio.
Sí, eso es muy impactante esa parte. ¿Como han vivido la guerra las mujeres que se han visto obligadas o han decido tomar las armas?
Bueno, ahí la comisión hace una innovación a nivel, bueno, en comparación con otras Comisiones de la Verdad en el mundo, y tienen que ver con las violencias reproductivas. Ese fue otro debate, de los tantos que Alejandra Miller como comisionada y nosotras como grupo de trabajo de género, tuvimos que dar con el resto del pleno de comisionadas y comisionados.
Usualmente se hablaba de violencias sexuales, pero las organizaciones sociales, y en eso fueron muy trascendentales las organizaciones de mujeres, nos decían en esa mesa de asistencia técnica de género que te comentaba ahorita, no pueden hablar solo violencias sexuales, también había violencias reproductivas, como abortos forzados, esterilización forzada. No pueden dejarlo a un lado. Entonces eso, por supuesto que ahí tuvimos una discusión. Al final, lo que decidimos era hablar de violencias sexuales y reproductivas.
En cuanto a este tema de violencia reproductiva, se daba, sobre todo, no solamente víctima del conflicto armado, sino también en excombatientes que también terminaron siendo víctimas. Eso es otra cosa, la comisión también reconoce a las mujeres ex combatientes en algunos en algunos momentos como estos de abortos forzados, estilizaciones forzadas como víctimas del conflicto armado, porque realmente tuvieron impactos de ese control. Ese control que ejercían los actores armados sobre las mujeres por fuera de los territorios, por fuera de sus filas, serían intrafilas. Entonces, claro, identificaban que el hecho de tener un hijo, una hija en el marco del conflicto, en las filas, iba a representar una desventaja militar, porque entonces que estaba embarazada, vamos a correr de una montaña otra. Pero también toda esa concepción de desapego emocional familiar, porque el apegarte tú en la concepción de los actores armados, apegarte tú a una familia, a un
hombre, a tu hija o a tu hijo en el marco del conflicto armado en las filas, te alejaba de la guerra. Tú no eras útil para eso. Entonces, lo que ellos hacían era imponer unas normas al interior. Claro, que entonces muchos de ellos, muchos de los responsables te decían que eso no fue así. Pero claro que la mayoría de las excombatientes en diálogo con la comisión decían "no es que, si fue así, no solamente fuimos víctimas de abusos o violencias sexuales", porque también las hubo y eso no solamente fue contra mujeres excombatientes o intra-filas, sino también contra hombres intra-filas, hombres gays, por ejemplo, que fueron víctimas de violencias sexuales por parte de comandantes, "sino que también fui una víctima de abortos forzados, entonces nos violaban sexualmente quedabas embarazadas de una relación, no consentía y nos obligaban a abortar".
Otras, por ejemplo, sí querían quedar embarazadas, tenían una relación sexual consentida, pero las obligaban a tomar anticonceptivos. Entonces tenían unas políticas de que cada tanto entonces era anticoncepción forzada. En otros casos fueron esterilizadas de forma forzada también. Entonces, claro, como comisión, recibimos informes también de organizaciones de la sociedad civil que nos alertaban de esto y fuimos a hablar con varias de ellas y efectivamente, nos dimos cuenta de que esa también era una política contra las mujeres intra-fila en el marco del conflicto armado por parte de los actores.
La siguiente pregunta es ¿Cuál es la relación entre las políticas públicas colombianas, el conflicto armado y la comunidad LGBTIQ+?
Bueno, creo que ahí es importante en términos de política pública decir que no ha habido un caso de política pública a favor de personas LGBTIQ+. En ese sentido, como comisión y como grupo lo a abordamos en un tema llamado desprotección estatal y decimos que esa desprotección estatal, es decir, esa falta de garantías por parte del estado hacia personas LGBTIQ+ y sus derechos y una vida digna, permitió que, en el marco del conflicto armado, los actores armados sintieran que era muy fácil ir en contra de las personas LGBTIQ+ y violentarlas y lo que decimos en el informe, perseguirlas. Es decir, desarrollar mucha, ejercer muchos tipos de violencias o modalidad de violencia contra ellas y ellos para corregirlos, entre comillas, para castigarlos. Esa desprotección estatal, esa falta de políticas públicas, de leyes, de normativa, realmente lo que terminaba era abonado un terreno para que los grupos armados paramilitares, FARC, que sobre todo la guerrilla que es en la que nos centramos en la sección, y fuerza pública, sintieran que tenía un camino libre, que nadie les iba a decir, "oye, no puedes hacer esto" porque no había ninguna ley, no había nada, al contrario. Esto ya no en términos de política pública, pero sí, en términos de decisiones directrices normativas militares a nivel nacional.
En muchas ocasiones la misma fuerza pública violentó a las personas LGBTIQ+ porque estaban abanderadas y estaban en el marco de algunas decisiones militares que les permitían, por ejemplo, a una fuerza civil, como la policía, que no debería inmiscuirse en el conflicto armado, pero en momento específico, bajo la política de seguridad nacional y defensa nacional, les asignaban y les atribuían funciones para entrar a la guerra.
En momentos muy específicos y en territorios muy específicos, como en Cali y en Montes de María, en el Carmen de Bolívar. Entonces, en estos territorios, lo que sucedía que como bajo esa sombrilla de podemos entrar al conflicto armado, lo que hacían era que violentaban a las personas LGBTIQ+ y eso lo podemos ver, por ejemplo, en el caso de Cali y en Montes de María, como te decía, en Cali la fuerza pública tanto de militares como policía en el marco de estas atribuciones especiales para la guerra terminaban torturando violando, pues violentando sexualmente, desapareciendo, asesinando en otros casos, intentos de asesinato a mujeres trans, sobre todo y específicamente iban en la mayoría que ejercían el trabajo sexual, que estaban en el espacio público. Y en otros casos, como en
Montes de María en el Carmen de Bolívar, lo que hacía la policía era que utilizaba la carita que son como las instituciones físicas de ellos, de la policía nacional, para violar sexualmente, torturar, amenazar y detener arbitrariamente a personas LGBTIQ+. Todo esto amparado.
Te hablaba ahorita de los manuales de guerra. Tuvimos la oportunidad de encontrar dos documentos. Uno, un manual de combate para la guerra de la fuerza pública y otro con unas instrucciones generales de combate para la guerra también. Son dos documentos diferentes. Ambos documentos incentivan a que los miembros de la fuerza pública persigan a las personas LGBTIQ+ porque son chivos expiatorios. Entonces, eso, por un lado, entonces el gay, el marica, es un chismoso. Entonces, lo más seguro es que sea miliciano de una guerrilla y tú por tu cabeza no se te va a pasar que es un miliciano de la guerrilla o que es un chismoso, pero sí lo es, entonces tienes que tener en cuenta, tienes que tener cuidado con el homosexualismo. Así, literalmente así lo dice el manual.
Por otro lado, está este pensamiento, este principio de que todo lo que los actores armados hacían tenían que ser complaciente con la comunidad donde habitaron, es decir, cuando yo, como actor armado llego a una comunidad, me la tengo que ganar para que me pueda dejar, para que, si viene otro actor rival, la misma comunidad, me alerta de que viene y lo pueda echar.
Entonces, en ese sentido, la fuerza pública y los otros actores armados identificaron que la comunidad usualmente desechaba a las personas LGBTIQ+. En sus manuales está "tienes que hacer todo lo posible para ganarte a tu comunidad para ganar la aprobación de la sociedad. Y dentro de esa estrategia está, que tus violentes a gente que tú realmente deberías proteger como estado. En este caso serían personajes LGBTIQ+
Entonces, dentro de esas políticas militares, muchas veces se alentó a la fuerza pública para que desarrollara violencias contra personas LGBTIQ+ y como para que las persiguieran.
Claro, hay un ejemplo en una parte del volumen donde mencionan que prácticamente arrestaron a una mujer trans como falso positivo, cuando podrían darse cuenta de que no era la persona de la que estaban hablando por su identidad de género. Estuvo presa por mucho tiempo y cuando salió, no pudo regresar a donde ella vivía porque no habían limpiado su nombre, seguía siendo […] y la habían reconocido porque había aparecido en un periódico como que era una comandante de […]
Ese caso es muy interesante, yo tuve la oportunidad de acompañar ese caso de Paloma, pues no es el nombre real de la víctima, pero pues como está así en mi informe. Yo tuve la oportunidad de acompañarla porque ella vivía en Medellín y estuvo desplazada por mucho tiempo después de lo que le sucedió. Y yo era contacto en el año 2019, 2018 y le digo: "Paloma, veámonos en Medellín" "Claro, sí". Empezamos a hablar y ella me empieza a contar toda esta historia. Y yo le pregunto: "¿Tú no has vuelto a Dabeiba?", porque ella era originaria de Dabeiba, un municipio en el Urabá antioqueño, y me dice: "No. A mí me da miedo, me da pavor, porque es que cuando yo salí de allá, la última imagen que tiene la gente es que llegaron un helicóptero al estadio, a la cancha de Dabeiba, que es enorme, y me sacaron de ahí porque yo era alias Karina, la comandante de las FARC, cuando yo soy una mujer trans, además, Paloma no es una mujer afro, como si lo es alias Karina, pero además ¿Cómo se les ocurre que yo voy a hacer alias Karina? Además, a mí me conocían en el pueblo los de la fuerza pública. Dabeiba es un municipio muy pequeño, muy vertical. Y ella vivía como a dos cuadras de la estación de policía donde los policías conocían a la gente ahí. Obviamente ella no era alias Karina y además salieron periódicos, Alias Karina y la foto de paloma. Ella dice: en mi pueblo piensan […] en su pueblo, se quedó su mamá y ella sabe que en su pueblo todavía pensaban que ella era alias Karina y que era una guerrillera porque por todo el operativo y todo el show
mediático que hicieron porque habían cogido a alias Karina, una gran comandante de las FARC super reconocida, además. Entonces, bueno, tuvimos la oportunidad de luego volver con Paloma a Veiba y fue muy bonito, fue muy interesante ya en ese momento no hacía parte de la comisión. Yo estaba en Caribe Afirmativo, pero fue muy bonito porque fue también algo reparador para ella. Era también volver y no volver sola, ella volvía con una organización que le estaba acompañando y luego, obviamente, la comisión, pues ahí como pudimos abrazar ese caso también, pero fue muy bonito y efectivamente la gente era como: "volviste" "¿Tú dónde estabas?"
Y bueno, varias de estas cosas sucedieron precisamente de la mano de la fuerza pública y del Estado en general en Colombia.
Otra pregunta es: mirando los testimonios por parte de personas en la comunidad LGBTIQ+, es notable el sentido de marginalización experimentado, fueron abusados y marginalizados por la guerrilla, los paramilitares y las fuerzas públicas, pero también en muchas instancias por sus comunidades y hasta sus propias familias y el mismo estado. El informe dice que el país tiene una deuda con esta comunidad como sociedad y país ¿Cómo podemos abordar pagar esta deuda?
Sí, efectivamente dentro de esos por qué de ese segundo momento de la sección, nos dimos cuenta de que hay una gran responsabilidad. Mira, nuestra pregunta era, siempre en los informes nos decían y la gente decía "no, es que todo se da por los prejuicios", pero efectivamente hay una responsabilidad de los prejuicios, pero poníamos en el grupo la siguiente pregunta: los prejuicios nos han premiado a todas, a toda Colombia y a todo el mundo entero, contra personas LGBTIQ+, todo el mundo tiene prejuicio, la mayoría de la gente. Decíamos: pongamos a dos actores armados, a dos combatientes, dos individuos, ambos tienen prejuicios, pero como tú misma decías, el prejuicio no siempre se convierte en una violencia activa. O sea, yo puedo tener prejuicios hacia ti porque no sé, tienes el cabello corto, por ejemplo, pero eso no quiere decir si necesariamente voy a violentarte. Entonces, si dos combatientes tienen prejuicios, pero ¿cuál es la diferencia entre un combatiente que activa las armas contra una persona LGBTIQ+ y el otro que también con prejuicios no lo hace? La diferencia no es el prejuicio, es decir, el perjuicio es un elemento importante, pero no es el único que explica por qué los actores armados violentaron a las personas LGBTIQ+. Ahí desarrollamos este concepto de esta noción de la aprobación social de las violencias.
El actor armado, básicamente que, como una estrategia de la guerra, precisamente por lo que decía ahorita, porque tenían que ganarse a las comunidades de los territorios donde estaban, iba a hacer lo que la población aplaudiera o aprobara. Y dentro de las cosas que las poblaciones usualmente aprobaban, aplaudía, incluso pedían. Y aquí nosotros, como comisión, nos abstenemos de utilizar el término complicidad social porque eso en términos jurídicos es muy fuerte y bueno, no tenemos todas las herramientas para decir que siempre fueron cómplices en estos casos, pero por lo menos si se complacían. Hay un tema de complacencia social, lo aplaudían, lo celebraban, lo pedían, en algunos casos llegaron a ser cómplices. Era que violentaban a las personas LGBTIQ+. La gente en las comunidades quería que los echaran, que lo sacaran porque eran desechables porque eran lo indeseables y algo muy similar pasó también con personas habitantes de calle y con trabajadoras sexuales. En este caso en particular de las personas LGBTIQ+, los actores armados hacían todo lo que las comunidades querían y les aplaudían porque ellos necesitaban controlarlas. Necesitaban que la comunidad les alertara y decir si venía otro actor armado, les decía si había una confrontación la comunidad tomara partido frente a x actuar armado. Entonces, si la comunidad no hubiera aprobado socialmente estas violencias, quizá hubiera sido un poco más diferente la historia, pero esto es determinante.
Entonces nos encontramos casos muy tristes en los que incluso los padres, las mismas familias, llamaban a los actores armados para que reclutaran a su hijo, porque es que era gay. O pedían a los actores que violentaran sexualmente a su hijo porque decía que era una mujer trans o a su hija lesbiana porque decía que era lesbiana e incluso era una historia muy triste que está en el volumen de un cura en Medellín. Un nombre gay iba siempre allá y se confesaba con el cura y le decía, pues, yo soy un hombre gay, no sé qué. De repente, un día como a las dos semanas de estarse confesando con el padre, llegan amenazas, lo violaron, lo amenazaron. Que se tenía que ir, pero él nunca entendió. A los a los pocos meses, se dieron cuenta porque salió una noticia en ese momento en Medellín, que ese cura era un aliado de los grupos paramilitares que estaban en esa comuna de Medellín. Entonces, claro, toda esa aprobación de las violencias, ese llamamiento de la violencia fue fundamental.
Entonces allí como sociedad, tenemos un reto enorme y por eso la comisión y nosotros como grupo de género, hacemos unas recomendaciones específicas a la sociedad. Hacemos un llamado aquí. Hay que acabar con estos prejuicios de esas representaciones sociales que han sido también sostenidas elaboradas por medios de comunicación. Aquí voy a decir una cosa, me llama mucho la atención porque cuando hablábamos de lo que sucedía en Cali con mujeres trans, nos dimos cuenta de que los reportes de prensa de lo que sucedió en esa época, no hablaba de mujeres trans, no decían, "mataron/asesinaron a una mujer trans", decía "Mataron a cinco jíbaros". Y resulta que los cinco jíbaros eran cinco mujeres trans, porque siempre asociaban a las mujeres trans con que eran unas expendoras de droga, con que eran trabajadores sexuales, etc. Entonces, los medios de comunicación tenían una responsabilidad enorme, pero también la educación, las instituciones educativas, como también han seguido reproduciendo esto, la religión también. Y ahí como comisión y allá es importante porque nuestro presidente era el padre Francisco de Roux y él hace poco sacó un documento donde dice "yo reconozco que, en nuestro informe, pudimos haber sido maduros, más contundentes contra algunas comunidades de fe, algunas comunidades religiosas".
Y el obviamente lo hace porque él pensará yo no sé que como era padre. Entonces, de pronto el informe ahí no fue tan contundente. No creo que haya sido por eso, pero me parece muy diciente y muy simbólico que el mismo que es un padre de la iglesia católica lo diga, diga que reconozca que las comunidades de fe fueron muy irresponsables como el caso de este de este padre, este cura que acabo de decir que era realmente era paramilitar también. Entonces, allí como sociedad, la comisión dice tenemos que acabar con estos estereotipos, con estos prejuicios contra las personas LGBTIQ+, tenemos que tener políticas el interior de los colegios y no solamente para difundir este informe y decir qué causó esos prejuicios contra personas LGBTIQ+, sino también dejar ese binarismo en la educación. Entonces las niñas por acá y los niños por acá. Entonces, a las niñas las ponemos a hacer manualidades en tal momento, mientras que los niños se van a hacer deportes en otro, pero también hablarla a los medios de comunicación, hacer pedagogía también como […] y que la comunidad, como sociedad sintamos y seamos consciente de que somos también responsables. Eso es importante, que sepamos como sociedad que somos responsables de lo que le pasó a las personas LGBTIQ+ porque nos quedamos callados, porque silenciamos, porque aplaudimos, etc. Obviamente también es un llamado de la comisión.
Sí, eso último, creo que es muy importante, porque normalmente, como sociedad, como no somos actores directos, pensamos que no tenemos responsabilidad y que eso pasó hoy pasó y no tiene nada que ver conmigo. Entonces siento que eso es como algo lo que hay que llamarles la atención. Como feminista y mujer colombiana ¿Cree que la publicación del informe y específicamente está apartado, tendrá un impacto realmente significativo en la sociedad colombiana, teniendo en
cuenta que la misma todavía posee valores y creencias excluyentes y discriminantes con respecto a las mujeres y la comunidad LGBTIQ+?
Yo espero que sí. Era como nuestra meta y por eso también toda esta tarea que te decía pedagógica de […] teníamos mil y pico de páginas al comienzo y nos tocó reducirlas a doscientas y pico de lo LGBTIQ+ y bueno quinientas de todo el volumen entero. Precisamente para que esto no fuese un documento leído nada más por expertos, profesores, profesoras, sino que también la niña del colegio de ocho años que ya sabe leer pueda tener acceso a ella. Pero no solamente las personas que pueden leer, también como comisión, dejamos un capítulo multitransmedia, amplio, para que las personas puedan escuchar, ver, también audiovisualmente, lo que pasó en el marco del conflicto armado, por eso también desarrollamos exposiciones, por eso estamos también socializando. Tuvimos muy poco tiempo para la socialización. Solamente tuvimos dos meses y eso es súper lamentable, pero bueno, desarrollamos varias estrategias para que la gente pudiera entenderlo, para que pudiera comprender, y por eso esos tres momentos: qué pasó por qué pasó y los impactos, afectamientos y resistencias para que fuera realmente entendible, pedagógico, para que la gente no se muriera en el "Yo no entiendo que me están diciendo".
Yo espero que sí. Era como nuestra meta y por eso también toda esta tarea que te decía pedagógica de […] teníamos mil y pico de páginas al comienzo y nos tocó reducirlas a doscientas y pico de lo LGBTIQ+ y bueno quinientas de todo el volumen entero. Precisamente para que esto no fuese un documento leído nada más por expertos, profesores, profesoras, sino que también la niña del colegio de ocho años que ya sabe leer pueda tener acceso a ella. Pero no solamente las personas que pueden leer, también como comisión, dejamos un capítulo multitransmedia, amplio, para que las personas puedan escuchar, ver, también audiovisualmente, lo que pasó en el marco del conflicto armado, por eso también desarrollamos exposiciones, por eso estamos también socializando. Tuvimos muy poco tiempo para la socialización. Solamente tuvimos dos meses y eso es súper lamentable, pero bueno, desarrollamos varias estrategias para que la gente pudiera entenderlo, para que pudiera comprender, y por eso esos tres momentos: qué pasó por qué pasó y los impactos, afectamientos y resistencias para que fuera realmente entendible, pedagógico, para que la gente no se muriera en el "Yo no entiendo que me están diciendo".
Entonces sí, realmente yo espero que esto pueda funcionar, que sea una herramienta. Este informe no es el fin. Al contrario, esto hace parte el proceso, que ojalá esto aliente a más estudiantes, a más personas a seguir investigando sobre esto, en el volumen, por ejemplo, nos centramos en seis territorios para hablar de lo que pasó a personas LGBTIQ+ y lo hicimos como forma de ilustrar, era nuestra manera de ahondar y no quedarnos genéricamente en el aire.
¿Y por qué sólo esos seis territorios? Por el espacio, pero, así como están esas historias en esos seis territorios de Monte de María en Cali, en Caquetá, en el Urabá antioqueño, en Tumaco en.… No me acuerdo cuál es el otro. Así como está en esos territorios, están esas mismas historias en otros muchos territorios, en la mayoría de los departamentos de Colombia, ojalá otra entidad, luego o la misma comunidad académica en las mismas organizaciones sociales, puedan hacer énfasis en qué ha ocurrido en esos otros territorios del país, porque esto no es la última palabra. El informe solamente una herramienta para que Colombia hable. Nosotros dejamos como una semillita ahí para que la gente pueda hablar críticas. Ojalá venga más que críticas […] El tema es que la gente hable, que "no estoy de acuerdo", listo no estás de acuerdo con esto, elaboremos otra cosa. Esa es la idea de este informe y de este volumen y nosotros tenemos claro que eso es lo que queremos, que se pueda seguir hablando y se pueda seguir profundizando históricamente esto que pasó para que no se vuelva a repetir, que esta es una herramienta escolar en las instituciones educativas para el proyecto de comunicación también, para que sepan qué está pasando, que puedan hacer campañas
mediáticas para que la gente sepa esto que hicimos y esto que pasó también como como sociedad. Así que esperamos que […] esto no es el fin, este solamente es una partecita chiquita que esperamos que sigan pasando más cosas.
Yo siento que algo que ocurre es que el silencio en estas historias. Entonces, las personas del común, por decirlo así, dicen que no ocurre aquí, que eso no pasa, que eso no ocurrió tampoco, porque no se enteran. Entonces, este documento sirve mucho como herramienta de informarle y de darse cuenta de que realmente ocurrió y sigue ocurriendo.
Y sigue ocurriendo, y eso es otra de los hallazgos que tenemos en el en el volumen. Decimos: esto no se acabó. Esto va a continuar y va a persistir, si no atajamos esos factores explicativos y de persistencia que decimos en ese segundo que pasó y por qué pasó. Tenemos que hacerlo ya. No esperar a otros 20 años para hacer otra Comisión de la Verdad, con las Águilas negras, con las Autodefensas Gaitanistas, o sea no tendría sentido, con el ELN...
Y que todos también tenemos responsabilidad. Como último, quería preguntarte si tienes algún comentario que quieras agregar al respeto de lo que hemos estado hablando.
No, yo creo que me alegra mucho como que estas preguntas, porque, además, abordan un montón como desde el ámbito personal y lo que significó emocionalmente como esta experiencia y lo que pudimos hallar como comisión.
Yo creo que ojalá, por ejemplo, la Universidad del Norte, pueda de verdad difundir este informe. A mí me gustaría. Yo siempre, siempre me he pensado una clase aquí en la universidad de género y conflicto armado. Me parece importante, no la hay. Yo, pues hasta ahorita que cuando salí, pues no la hubo. Pero eso siempre ha sido como mi sueño, porque me parece importante que estando en un país que ha vivido tanto tiempo, que sigue viviendo en conflicto armado, se pueda visibilizar eso que ha pasado con mujeres, personas LGBTIQ+ y también con hombres, en términos del conflicto armado, porque muchos hombres y esa es otra añadidura ahí que dejamos en el volumen. Muchos hombres fueron víctimas de violencias sexuales también como una estrategia de guerra.
Como comisión, no pudimos hondar mucho en eso. No ha salido un caso. Hicimos un documento muy grande. Nosotros no solamente hicimos el volumen, sino que ese volumen tiene anexos y tenemos un anexo de casos, que son como documentos de 30 páginas donde profundizamos sobre cosas y uno de ellos es sobre violencias sexuales contra hombres heterosexuales cisgénero. O sea, no son hombres trans, no son hombres gais, no son bisexuales sino hombres heterosexuales cisgénero, donde cometieron violencias sexuales con tales como forma de tortura, también para silenciarlo, para acabar con sus vías políticas, etcétera, etc. Y eso es muy poco se ha hablado. Entonces, creo que es importante abordar todo esto en una entidad, desde la academia y ojalá en una universidad, porque realmente no, no la hay aquí en la Universidad del Norte y ojalá […] también hago el llamado para que ojalá puedan hacerlo porque es súper importante. Además, en Barranquilla que, sí hemos vivido el conflicto armado, pero se ha silenciado. Casi toda la gente dice: pero en Barranquilla no vivió el conflicto armado, sí lo hay. Acaban justo ahorita de hacer una masacre en las flores, asesinaron precisamente por un tema asociado también al conflicto armado aquí en Barranquilla. Entonces eso.
Y lo otro es, pese a todo esto que ocurrió de violencias y la persecución contra personas LGBTIQ+ y las violencias contra mujeres. La violencia no es el resumen de sus vidas, sino que también ellas han resistido y hablar de las resistencias es fundamental, porque se han convertido en un sujeto político en actores políticos, cada una de esas víctimas, confrontó, cuestionó, los órdenes sociales, políticos, morales de los actores armados de sus territorios de muchas formas, a partir de sus cuerpos, de sus
identidades. El hecho de me acaban de violar porque soy un hombre gay, pero a igual a mí no me importa, me acaban de violar porque soy una mujer trans, pero igual a mí no me importa. Yo voy a seguir siendo la misma mujer trans siempre en mi territorio. Se negaron muchas veces a desplazarse y muchos de los casos cuando se desplazaron, decidieron retornar, en muchos de los casos se juntaron muchas víctimas para organizar colectivos, organizaciones que hoy están acompañando a otras víctimas como ellas, para poder seguir resistiendo y para que estas cosas no se repitan.
Como también, por ejemplo, personas LGBTIQ+ desarrollaron actividades artísticas, música, en la historia de La Poderosa de la vigorosa, como aparece en el volumen, que es la poderosa en la vida real, que es una un hombre gay, que está siendo cada vez más reconocido, que es cantaor de bullerengue, que tiene ya varios documentales sobre esa vida, sobre su vida. Es la persona que me dice: ya hoy yo no lloro, fuiste la primera persona a la que le conté esto y efectivamente lloré mucho cuando se lo conté. Pero ya hoy, después de cuatro años, ya no lloro y que alegría que yo puedo hablar de esto, que hace letras de canciones de bullarengue contando lo que les pasó a las personas LGBTIQ+ como él sobre esa violencia que vivieron.
Entonces, creo que esto también es importante y bonito sensibilizarlo porque la historia de ellos no se queda en esa violencia que vivieron, sino que va más allá. Va también en sus resistencias.
Bueno, muchas gracias por habernos acompañado y haber aceptado responder estas preguntas.
Ay, a ti. Muchas gracias.