Escritos de medianoche

29.03.2024

Para Cecilia, que me compartió el hábito de escribir.

El cuarto y la isla

A veces lo mucho se siente poco

Cómo una isla rodeada de un océano cuyo límite no parece existir

Es un paisaje hermoso

Pero su costo es una soledad abrumadora

A mí me gusta mi cuarto

La comodidad que ofrece no tiene igual

El blanco de sus paredes parece infinito

Quizá muy similar al océano

Tal vez todos estamos encerrados en nuestra propia isla.

La ira 

Siento rabia.

Como un fuego incesante, como una estufa que regula su llama por épocas. A veces con una llama tenue, a veces ardiente como un incendio forestal.

La tierra explota, y yo exploto con ella, un calor abrasante que se extiende a la mente.

Otro día más de mierda, mil situaciones que por sí solas no perturbarían ni al más

ligero sueño, pero que juntas, queman como mil soles.

Aprieto el puño de la rabia, suspira profundo, pronto pasará.

Mi justificación evasiva no refleja la verdad: siento odio, siento rabia.

Y así, en mi ira incesante, juré destruir el mundo.

Exhausto 

Siento una tristeza grande

Una presión incesante que quema y lastima

Es un total desconcierto

No sé ni porqué me siento así

Veamos a ver qué puedo aprovechar de aquí.

Quisiera que estos escritos fueran como un monólogo, una línea de pensamientos que fueran tan profundos e interesantes como aquellos que ves en las películas, como si fueras un psicópata asesino, un borracho delirante, un romántico empedernido o un demente revolucionario, que mis palabras estuvieran llenas de emoción y profundidad que hagan evocar los más fuertes sentimientos en una persona, que le permitan simpatizar conmigo, así como yo simpatizaría con alguno de ellos dado el contexto.

Un escrito tan conciso y excelentemente articulado, digno de la mayor de las apreciaciones; sin embargo, lo mejor que puedo obtener es esto.

Quizá es porque aquellos tienen unas aspiraciones claras, un objetivo o una meta en la cual enfocarse o una idea que no se pueden sacar de la mente y que les permite canalizar las palabras, eso o simplemente el guionista tiene años de experiencia y una retórica excelente que hace que hasta el más despreocupado pueda agradarle lo que lee o escucha. Quizá es por todo eso y quizá es porque simplemente no estoy a la par, porque no soy un psicópata, un romántico empedernido, un borracho o un demente.

En fin, no sé qué más hacer.

Me siento sin rumbo, avanzan los semestres y cada vez sé menos lo que voy a hacer con mi vida

No sé si dedicarme enteramente a los deportes, a los combates, a desgastar mi cuerpo física y mentalmente, sacrificando gran parte de mi salud solo porque no sé qué quiero para mí ni qué rumbo elegir

Qué tan curioso es esto

A veces siento que la vida es como una partida de ajedrez, y a mí me dieron un par de dados para jugar.

Me jodí completo

Tengo la mente nublada

Siento que corro en un pasillo estrecho sin fin

Siento que nado en un océano abierto

Sin una puerta que abrir al final

Sin tierra firme a la que llegar

El cuerpo no da, me canso

Trato con todas mis fuerzas, pero siento que no avanzo.

Estoy exhausto.

Aturdido 

Siente la derrota.

Si antes no tenía razones para sentirme así, de seguro ahora las tengo.

Solo cuando has caído profundo es que llega el momento en el que te invitas a ti mismo a reflexionar.

Estoy abatido, aturdido. Perdí la línea de meta, se me perdió el horizonte.

De aquí en adelante todo se ve borroso, vacío, sin propósito.

No encuentro la motivación ni un objetivo que se vuelva gratificante para mí, me

pregunto si todo esto ha sido en vano.

Tengo un amigo, él la está pasando peor.

Sufriendo el peso de varias derrotas consecutivas, se compara con su hermano, al cual pareciera que el mundo le reservó la grandeza.

Asfixiado por su sombra, quiere desistir del proceso por el que tanto trabajó.

La condición mental influye en el estado de todos nosotros.

Desearía que todo hubiera sido diferente

Le fallé a él también.

Me fallé a mí mismo.

Yo y la soledad 

He sobrepasado la soledad.

He llegado al punto en que no necesito a nadie más que a mí mismo para sentirme bien, estar en paz, en calma.

Desearía poder enseñarle esto a la gente

que aprecio, que pudieran encontrar la paz interna que hallas al poder estar solo contigo mismo, aun cuando tus pensamientos no son los más positivos y entusiastas

Encontrar un equilibrio emocional.

Estoy en el punto en que no dependo emocionalmente de nadie, pero muchas personas se apoyan en mí emocionalmente

Debo ser mejor, por ellos. Ser más compasivo, más comprensivo, más sabio.

Cargo con una responsabilidad grande,

una tarea, para algunos titánica

Hubo algún tiempo en que yo fui la otra cara de la moneda

Conozco lo que es desear tener a alguien en quien apoyarte y solo encontrar una pared vacía, un silencio ensordecedor.

Soy el apoyo que muchos quieren tener, porque conozco lo que es que no haya

nadie para ti.


Escrito por: Blas Barrera M.

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